5. CONCLUSIONES:
Hasta aquí esta pequeña guía que
nos sirve para saber y conocer en qué consisten los nutrientes que ingerimos.
En resumen:
Se puede comprobar con facilidad como los
diferentes compuestos están estrechamente interrelacionados
entre sí, haciéndose necesarios entre ellos para que puedan cumplir sus
funciones. Por lo tanto, la dieta equilibrada es el único secreto para
que todos los beneficios de la alimentación rindan de manera óptima.
El mejor consejo; tenga sentido común:
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No se
obsesione: En relación a la alimentación, la cantidad de información y
factores que influyen en la misma pueden
resultar abrumadores. No hay porque angustiarse; Utilice estos conocimientos
como herramienta para cumplir la norma, que consiste en algo tan sencillo
como aprender a llevar hábitos alimenticios saludables con naturalidad. Hay
que disfrutar la comida, que permite mantener una buena salud
mediante una dieta equilibrada. Comemos para estar vivos, no vivimos
para angustiarnos por la comida.
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No se
deje engañar: Modas y campañas publicitarias pueden distorsionar la realidad de sus verdaderas necesidades. La
única moda es mantenerse sano. De
vez en cuando salen productos enriquecidos o suplementos de un determinado
nutriente, y promocionan sus beneficios. Si usted lleva una dieta
equilibrada no necesita suplemento ninguno (salvo anomalías indicadas por
un médico), ya que está cubriendo todas sus necesidades. Llevar una
dieta desequilibrada y tomar un exceso de un determinado nutriente (o varios),
por muy beneficiosas y necesarias que sean sus funciones no mejorará su salud,
ya que los efectos de dicho principio activo están limitados por sus
necesidades reales. Además, hay muchos nutrientes y son necesarios entre
ellos para que funcionen correctamente. Por eso recuerde:
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Cualquier
desequilibrio es malo: No sólo el exceso de grasa, colesterol, sodio o
cualquier otro compuesto popularmente rechazado es perjudicial. La sociedad
los rechaza porque actualmente sufre las consecuencias de sus excesos, es
decir, existe un desequilibrio orientado hacia su consumo desmedido. Hemos
visto los beneficios y funciones que tiene cada nutriente dentro de una dieta
equilibrada, pero de igual manera, el exceso de ciertas vitaminas o
minerales (popularmente, sustancias “buenas”, pero aplicable a cualquier
otro nutriente, como las proteínas) puede ser igualmente perjudicial.
Estas sustancias no le “mejoran”, sencillamente son necesarias para vivir y
mantenerse sano, y al igual que con cualquier
otro nutriente su deficiencia o exceso tiene consecuencias negativas.
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Dicho coloquialmente en un ejemplo; la grasa “es
buena” y las frutas y verduras son igualmente “buenas”. Todo nos beneficia en su medida. Sencillamente es
saludable comer más raciones de estas últimas porque nuestras necesidades en su
ingesta son mayores, y necesitamos cumplir esos objetivos nutricionales. Si
cumplimos todos los objetivos, todo funciona correctamente.
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Cada persona tiene sus necesidades
nutricionales, y estas se pueden cubrir sin problemas con una dieta
equilibrada.
La educación alimentaria le ayuda a conocer estas
necesidades y a cumplir con estos objetivos mediante la práctica de hábitos
saludables.